Camino
Donde nadie lo ve
Por tierra, mar o aire, la externalización de fronteras pone obstáculos en los países de tránsito para impedir que las personas lleguen a Europa, incluso poniendo en riesgo su vida.
Por tierra, mar o aire, la externalización de fronteras pone obstáculos en los países de tránsito para impedir que las personas lleguen a Europa, incluso poniendo en riesgo su vida.
Los países de tránsito por donde pasan las rutas migratorias, lejos de las miradas y de los mecanismos de control, han ido desarrollando sistemas para impedir la llegada a Europa. La falta de acceso a visados, la ausencia de otras herramientas, la ineficacia administrativa de embajadas y consulados, y la financiación europea destinada a ejércitos y cuerpos policiales para bloquear a los migrantes conforman un entramado que impide la movilidad transnacional.
La Unión Europea ha implementado una estrategia de frontera expandida que consiste en crear acuerdos con otros estados para que sean estos los que obstaculicen la llegada de migrantes al territorio europeo. A cambio de convenios y asignación de recursos, esos estados se encargan de evitar que las personas lleguen a la frontera para llamar a las puertas de Europa.
En los últimos años, la Unión Europea ha transferido más de nueve mil millones de euros a terceros países para impedir la llegada de personas de África y de Oriente Medio
Marruecos, Argelia, Túnez, Libia, Egipto, Jordania, Siria, Israel y Palestina
Marruecos, Argelia, Túnez, Libia, Egipto, Jordania, Siria, Israel, Palestina, Sudán, Sudán del Sur, Eritrea, Etiopía, Kenia, Yibuti y Somalia, Mauritania, Senegal, Costa de Marfil, Guinea Bissau, Ghana, Benín, Burkina Faso, Níger, Chad, Uganda.
Marruecos, Argelia, Túnez, Libia, Egipto, Jordania, Sudán, Sudán del Sur, Eritrea, Etiopía, Kenia, Yibuti, Somalia, Mauritania, Senegal, Costa de Marfil, Guinea Bissau, Ghana, Benin, Guinea, Nigeria, Gambia, Birmania, Alemania, Tayikistán, Nigeria ganda, República Democrática del Congo, Angola, Tanzania, Burundi, Ruanda, Turquía, Georgia, Irán, Pakistán, Afganistán e India.
La Unión Europea aplica la figura de “tercer país seguro”, un mecanismo que autoriza a las autoridades a devolver a personas refugiadas al país del que provienen, aunque no sea su país de origen, siempre que este sea considerado un país “seguro”. Este mecanismo vulnera los derechos de las personas refugiadas, negándoles la posibilidad de presentar una solicitud de asilo en un país europeo.
Cada obstáculo en el camino migratorio tiene como objetivo impedir que las personas en movilidad se acerquen a las fronteras de la Unión Europea. Esta estrategia no solo viola el derecho internacional, sino que también niega la protección a los migrantes y les expone a nuevos riesgos en los llamados países de tránsito considerados “seguros”.
FRONTERA