Tú única opción para salir de tu país ha sido emprender el viaje por tus propios medios de manera ilegal e insegura. Hay casos excepcionales —por ejemplo, en algunas guerras—, en los que las personas pueden exigir el derecho a recibir protección internacional en un país vecino. Ahí les tocaría esperar en algún campo de refugiados, mientras organizaciones internacionales deciden reasentarles.
Campos de refugiados
En el mundo hay 420 campos y asentamientos de refugiados. Algunos tienen una población de más de 100.000 personas.
*Este mapa es orientativo. Muestra las ubicaciones aproximadas de campos, asentamientos y centros de refugiados, entre otros, registrados por la ONU
Campos de refugiados
En 2023, los seis más grandes sumaban una población de casi 2 millones de personas.
Fracaso del reasentamiento
En el mismo año, España recibió a través del programa de reasentamiento solo 943 personas
La mayoría de los campos de refugiados están en países desde los que no es posible acceder a España sin un visado y, en la práctica, las posibilidades de reasentamiento a través de un programa internacional son numéricamente insignificantes. Ante este escenario, la última alternativa disponible para salir de forma legal y segura es el artículo 38 de la Ley de Asilo, una vía prácticamente inaccesible por la que solo han entrado al país algunas decenas de personas.
Las posibilidades de reasentamiento o de recibir protección a través del artículo 38 no son opciones reales para quien ha salido de su país. La inmovilidad y la espera, en condiciones de gran precariedad y vulnerabilidad, hacen que la única opción sea avanzar en el camino en busca de otra alternativa para entrar en Europa. La espera, sin embargo, aún se prolongará por mucho tiempo.
Ya ha salido
Quizás tiene que esperar en un campo de refugiados
Ahora su vida es esperar
O continuar el camino
Quizás está atrapado en un país y no se quiere arriesgar a perder la vida en el mar, el desierto o las montañas.
Las posibilidades de marchar de forma segura son mínimas
Tendrá que quedarse allí, esperando algún cambio, un golpe de suerte
Un contacto con alguien que lo ayude a salir
Y, si no, coger lo que le queda y marchar, irse
Pero irse también es esperar